Modelo OSAR - Coaching Ontológico

 

El Modelo OSAR (Observador - Sistema - Acción - Resultado)

Nosotros como observadores miramos el mundo desde nuestros modelos mentales, desde nuestra experiencia, desde nuestra historia, desde nuestras prácticas sociales, desde lo que nos enseñaron, desde lo que se supone que debemos hacer o tenemos que hacer, desde nuestros estados de ánimo y condicionados por nuestras emociones, por ejemplo tenemos un pico emocional de una situación de enojo, entonces nuestra mirada de la situación se tiñe por la situación (“negativamente” “si estas enojado no percibís la situación de la mejor manera” “si cambias de mirada te puede ayudar a ver la cosa de forma diferente”). 

Nuestra cabeza actúa a partir de hechos e interpretaciones pero colapsamos los juicios con los hechos. Formamos juicios del presente, del pasado y el futuro. 

El tema es que esos juicios son cuentos que nos contamos sobre los hechos (“¿Qué grado de certificación tiene eso que estás diciendo?” “¿cómo sabes que es siempre subjetivo?” de donde surgió un debate entre ellos y llegaron a explicárselos solos entre ellos “cualquier interpretación que se haga es subjetiva” “la subjetividad de una persona no anula la subjetividad del otro”) la idea de saber esto es abrirnos posibilidades, porque saber que construimos la realidad con interpretaciones nos permite hacer aquellas que nos abran posibilidades y que sean mejores para nosotros. (“la conciencia de la subjetividad”). 

El aprendizaje de primer grado se dá cuando cambiamos las acciones, si hacemos siempre lo mismo no pretendamos obtener resultados distintos.

Un aprendizaje de 2do grado es cambiar el observador, es decir cambiar nuestro `punto de vista de la situación, eso nos amplía la mirada y las posibilidades. (“Sería el mismo observador que se paró en otro lado”). El tercer aprendizaje es cuando cambiamos nuestro sistema, es decir desde un cambio de observador y de acciones modificamos a nuestro sistema al cual pertenecemos.

Trabajamos en la coherencia que existe entre el cuerpo, el lenguaje y la emoción, la idea es que seamos lo más coherentes posible entre lo que decimos, sentimos y hacemos para sentirnos mejor con nosotros mismos. Y desde ahí como podemos actuar en el mundo. Es decir si nosotros estamos bien con nosotros ¿Qué es lo que damos? Y si nosotros estamos mal con nosotros ¿Qué es lo que damos?. ¿Desde dónde podemos dar?